En las VII y VIII regiones no se ha iniciado la reconstrucción de viviendas; contrastando con el importante avance en infraestructura.
El sistema de salud continua en estado desastroso y la mayoría de la población no tiene acceso a ella.
Lo único que ha funcionado, además de la infraestructura, es la educación preescolar y escolar; al mismo nivel de grave deficiencia que teníamos.
La demora criminal en viviendas no es por falta ni de recursos; ni de voluntad del gobierno. Es la resultante de la maldita cadena de ineficiencia: Ministerio de Obras Públicas; MINVU; Intendencia; SEREMIS, Alcaldes y directores de Obra. Cadena que el gobierno no ha logrado romper. Todos ellos intervienen imposibilitando avanzar. Igual cosa sigue sucede en Tocopilla; pero ello no es excusa, pues no se trata de jugar al empate.
No deja de ser preocupante, además, que esta maraña de autoridades, muchas de ellas corruptas, suele adueñarse de buena parte de los recursos.
En el terremoto de Chillán, de Enero de 1939, aunque tanto la cantidad de víctimas como el daño en viviendas fue infinitamente mayor que el del 27/F, a un año de transcurrido el sismo ya había un alto porcentaje de viviendas nuevas habitadas por los damnificados. En ese caso no se dilapidaron ni tiempo ni recursos en viviendas de emergencia sino que se entró derechamente a construir viviendas definitivas que, transcurridos 72 años, y habiendo sufrido innumerables terremotos, hoy se encuentran en perfectas condiciones.
¿Escuchaste Piñera: centralizar los recursos y capacidad de decisión en una sola entidad? Ahí está el meollo del problema.
El show mediático que Piñera está preparando para el 27 de febrero va a ser honrado, por los damnificados de la zona, con la mayor pifiadera de nuestra historia.
Pero, de acuerdo, con lo ocurrido en Magallanes, parece que le gustan. Que la disfrute.
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