Las informaciones de Wikileaks ratifican lo que muchos sabíamos y denunciamos:
1.- La fortuna de Sebastián Piñera tiene, casi con certeza, un origen espurio basado en autoprestarse dinero, a través de sociedades ficticias y “palos blancos”, mientras era Gerente del Banco de Talca. Dineros que, aparentemente, nunca canceló.
2.- Por lo anterior Piñera estuvo con orden de detención y se ocultó; para que ella no se concretara. Ello es un hecho.
3.- En definitiva no fue condenado por las carencias de la Ley de Bancos de la época que, precisamente, fue reformada por sucesos como éste. Ello no legitima lo actuado.
4.-Éste proceder, siempre en el límite de lo legal, es lo que descalifica a Piñera y hace que muchos, como yo, desconfiemos de él.
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